-Esta
noche es Nochebuena y mañana navidad saca la bota maria que me voy a
emborrachar – Yo felizmente cantando desde mi pequeño reino (la cama)
De
pronto mis superdesarrollados sentidos oyen unas llaves girar en la puerta.
¡Yupi! ¡Novio trae la cena de navidad!
Rauda y
veloz como el rayo me levanto de la cama para dirigirme a la lejana cocina,
cruzando el montañoso pasillo y la frontera de la puerta.
-¿Qué
has traído?
Casi no
quedan bolsas encima de la mesa, debería reajustar mi velocidad punta.
-Pásame
el salmón y la salsa de tomate que así hacemos el cabracho –Yo toda ilusionada
por cocinar sentada
-Es que
soy tan buena persona que te he ahorrado el esfuerzo y compré paté de salmón.
Aysssssssss
novio siempre pensando en mi y que no me canse.
-Bueno
pues nada nos ponemos con las croquetas.
-Estooooooo
veras, en lugar de croquetas he pensado hacerlo un poco más internacional y he
comprado onion bhaji. – Novio me habla pero no me mira ¿Será cobardía o que sigue
colocando la compra?
-Pero a
mí no me gusta la comida india…
-Ya
estamos con que no me gusta esto, no me gusta lo otro. ¿Lo has probado?
-Si
-Por eeeeso
a ti te he traído un Din Su de ese.
-Se
dice Dim Sum. Pero si todo es comida preparada ¿Yo qué cocino? Se supone que en
navidad uno derrocha arte culinario y deja impresionados a los comensales.
-¿Cuántos
vienen a cenar?
-Pues…Tú
y yo.
-Pues
eso, que no estamos para derrochar. Tu siéntate a ver el discurso que yo
preparo la cena.
-¿Sabes
hacer Pan tumaca?
-¿Pan
qué?
-Ya
esta, ahí lo tenemos. Voy a dejarte boquiabierto con mis artes culinarias.
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