jueves, 8 de septiembre de 2011

Un año más vieja, un año más pelleja



Y no hay más que ver la forma en que cambian los cumpleaños de uno con los años. Recuerdo aquella bonita época en la que celebrarlo implicaba llenar la casa de globos, chuches y mezclar coca-cola con fanta, y algún que otro cochino loco mojaba los gusanitos en ella.
Que hay estaba el comienzo de la experimentación, más tarde llegaría la introducción al mundo dance con los pitufos maquineros. Para que sin darte cuenta acabarás mezclando vino y cola en algún parque, y saliendo a cuatro patas de la disco de turno.
Todos sabemos que nos hacemos viejos cuando nos reímos al recordar, y llamamos locos a los niños de ahora. Aquellos cantantes italianos, todos nos sabemos el “Se fue” de Laura Pausini de memoria, bailamos con Ambra. Hasta yo pasé época latina, pero la mía no fue del reggaetón, sino que yo escuchaba Thalía, Gloria Estefan, Donato y Estefano, música de verdad y no la mierda que ponen ahora.
La definición de cocktail era ponerle limón al vodka y el más atrevido se bebía su 43 con cacaolat. Que para que se te pasara el pedo bebías manzana-con-manzana.
¿Cuántos tuvisteis coma etílico? Ninguno. Lo que pillabas era un pedal de aúpa y tenías a tu madre con la muletilla de “¡Qué!, resacona ¿eh? Pues no haber bebido” o la variante “El que sal de romería pesa-y al otru día”
Con el tiempo pasas del medio litro al vaso de tubo, más que nada por la conservación de tu hígado. De “quemar la ciudad” a “tomar unas cañas con los amigos”. Y cuando te das cuenta hoy no sales porque llueve y mañana tampoco “porque parece que hace frío”.
Y aquí tenéis el testimonio de una nueva adepta a la edad adulta que ayer, por su cumpleaños, se fue de compras, y cuando llego a casa se hecho una siesta “porque estaba matada” antes de comer tarta y ¿gran noche de fiesta? ¡Qué va! Menuda juerga las palomitas y la película. Y es que los años, nos pesan a todos.

1 comentario:

  1. A mi no me pesan, me encantan. Y cada Año estamos mejor, somos de las mejores añadas. Podemos aprender cosas al doble de lo normal que los niños de hoy y sabemos localizar ríos lagos y países en los mapas. Tenemos mucha más cultura que las generaciones que nos preceden y estamos en ese momento de la vida que nos permite hacer lo que queramos porque tenemos muy pocas cargas.

    "Semos lo mejor"

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