Día 1

Ayer fue LA ÚLTIMA CENA. Hasta el culo, Novio y yo comiendo como si no hubiera mañana, preparándonos para el periodo de austeridad. Que el toffee pudding ese que nos pusieron no lo saltaba un gitano, tan grande como un plato postre. El sitio era caro pero, dios que bien comimos ^_^

Luego claro, llega hoy por la mañana, y toca pesarse…Haber quien tiene huevos a subirse a la bascula y no llorar. Que menudo acojone tenia la pobre inocente, no quería ni encenderse… Y los dos hay, en línea, convenciéndola, que no la íbamos a romper, que no se preocupara que a partir de ahora todo iba a mejor… Al final la mujer accedió, con la condición que la dejáramos en paz una semana.

¡Depresión total! Cada vez que me subo me dan ganas de sacar el cuchillo jamonero y empezar a cortar filetes. Pues mira tú, lo que me ahorraría en carne, que está muy cara… y seguro que para el cocido el tocinillo de las lorzas viene muy pero, que muy bien.

El segundo golpe psicológico llego con la gallete, vamos, la torta triste.

NOVIO- ¿Qué es eso?

YO – El desayuno, cari

NOVIO – Pues a mi fríeme un filete o algo, galletita

YO – No, olvídate de las galletitas para siempre, es una palabra prohibida en esta casa.

NOVIO – ¡Jus! Todavía no empezamos ya estamos “picajosos”

(Seguiremos informando…)