Hoy toco clase de reanimación pediatrica. Y dejo claro mi inhabilidad para hacer las cosas bien a la primera. Gran pregunta según están explicando al principio.
-¿Qué haces de la que te acercas?
Y tú dices...Pues no sé...¿acercarme? meeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee la respuesta adecuada es comprobar que no tropieces con ningún clave.
Ahora toca la versión adaptada a ineptos como yo que es: procura no tirar nada ni acabar con los piños clavados en el suelo de la que vas...
Luego llega el gran momento práctico en el que te ponen un ambú en la mano y esperan que hagas la reanimación a un muñeco-bebé.
Me pongo a dar ambu y dices el hombre todo feliz:
-¿Eres matrona?
-No
-¿Seguro?
-Hombre, si me hubiera pasado un año en la uni estudiando una especialidad lo recodaría, digo yo...Es que como soy chiquitina nunca me dejaban hacer compresiones y siempre me encargué de dar ambu con los adultos.
Toda orgullosa de ser la máster de las vías aéreas. Llega el momento de la gran caída, que todos sabemos que caerse del pedestal duele.
Me pongo a dar las compresiones cardíacas y...
CCCCCCCCCCRRRRRRRRRRRAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAASSSSSSSSSSSSSSSSSSSHHHHHH
¡Toma! Como en los viejos tiempos...
Si...Hice la compresión tan fuerte y profunda que le metí el pecho para adentro al muñequín...T_T
Mirada del monitor de: ¿No sería que no te dejaban para que no asesinaras al paciente?
Y gran momento de aguantar las ganas de salir corriendo cuando el hombre se gira le dice a otro si hay otro muñeco disponible. Viene el compañero y dice ¿qué le ha pasado al muñeco?
-Qué aquí Hulk quería arrancarle el corazón?
Buaaaaaaaaaaaaaaa no voy a salir de mi cama en un mes...¡Qué vergoña! T_T