viernes, 24 de septiembre de 2010


Ahora sí, ya estamos en Dublín. Como siempre el ahorro lo primero, así que a buscar el autobús que encima hay que darle el cambio justo...
Yo me sigo sintiendo como en Londres, apretujaicos todos en el bus que aquí hay mucho compañerismo.
Llegamos al hostal, que todo hay que decirlo, en cuanto te sales de España el concepto de hostal cambia y os aseguro que están limpitos y hasta tienen cocinita para ahorrarse unos chapos.
Eso sí, hay cada personaje...pero eso les hace tener "encanto".
En nuestro hostal el habitante más notorio fue la chica de la nocilla. ¿Vosotros como coméis la nocilla? yo como hijo de todo vecino a cucharadas; a mi esta mujer me recordaba a los gatitos cuando empiezan a comer, que lo chuperretean todo pero comer, comer nada. Pues igual estuvo como 30 minutos chuperreteándose el dedo pero el nivel del tarro no bajaba...
Luego teníamos a "Iñigo" (¿os acordáis de un tío en gran hermano que llevaba una camiseta verde y no se la cambio en toda la edición?) pues esta chaval o tenía un armario lleno de camisetas de Brasil o en 4 días no la cambio, yo con mi gran fe en el ser humano quiero creer que compro un cargamento de ellas en alguna liquidación de una tienda de deportes. Que queréis yo sigo creyendo en las hadas...

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