Tema de hoy: jóvenes y drogas. Yo no las tomaba pero vamos que de adolescente para joya yo. Veamos según mi libro cuales son los síntomas de sospecha del uso de sustancias por un adolescente:
1. insomnio: el que no haya pasado media adolescencia pegado al MSN hasta las tantas o viendo crónicas marcianas no es español. ¡Viva NuriaBer! lol. Consecuencia: al menos mi profesor de inglés lo asimilo y me dejaba planchar la oreja...
2. depresion y ansiedad: bueno esto no se me ha pasado con los años...mi capacidad de concentración sigue siendo como si a Bitto le damos speed. Irritable ¿yo? ¡A que te parto la cara!
3. perdida de autodisciplina y confianza: señoras y señores sigo careciendo de autodisciplina, y lo de la confianza lo dejamos para otro día. Por cierto, nunca tengo que ponerme y según mi madre el sueldo se me va en ropa...
4. preocupacion por el dinero: eso sí que es verdad, entre el motxo y la entrada del tik nunca me llegaba para los bocatas del recreo por semana. Yo no traficaba que eso era de gentuza, pero claro ahora, quitarle el dinero del bocata al pringado de turno también está mal visto, que ahora eso es buyilling, a donde iremos a parar...
5. la noche: y a todos nos viene lo de "la noche me confunde". Y es que yo le hacía caso a mi abuela y siempre volvía de día, no fuera a ser que me pasara algo de vuelta para casa.
A día de hoy sigo las 2 reglas básicas: "no vayas pa lo oscuro" y "pisa po lo segao" ¡qué grandes son las abuelas! y que razón tienen con que de noche todos los gatos son pardos ;) (cuantas veces habeis despertado deseando tener tatuado en la frente: "Contigo no, bicho"...)
Para acabar ¿alguien que no sea hipersensible y susceptible incluso ahora? Ser lo somos otra cosa es que pasemos de ello ;) de lo que no paso es de que no repongan el rollo de papel cuando se acaba; y no, con el tiempo no cría patas y se va solo a la papelera...
Pues viendo que sigo dando todos los síntomas y que lo único positivo es que no tengo trastornos del sueño por hacer turnos de noche. Me atrevo a llegar a la conclusión: mama, ¿tú que me echabas en el zumo de por las mañanas?
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