domingo, 18 de julio de 2010


Desde muy pequeña aprendí que en esta vida estamos solo de paso. Pero aún sabiéndolo soy incapaz de dejar de sentirme vacía y perdida cada vez que alguien se va llevándose una parte de mí. Para mucha gente el perder un perro les parecerá que no es para tanto. Pero probablemente porque nunca han tenido la fortuna de disfrutar de ese amor incondicional y sincero. Para mí Laika era como mi hermana. Después de trece años juntas se me hace difícil pensar que ya no estará ahí para mí. Que ya no podre tirarle de los papos o abrazarla muy fuerte cada vez que necesite sentirme querida. Se acabaron los paseos por el bosque, se acabaron las siestas en el prado…
Laika era más que una perra, era mi amiga, mi compañera.
Cuanto más conozco a la humanidad más prefiero la compañía de mi perro.
Y ahora que ella se va, deja un vacío que se volverá eterno.
Perderla, no la perderé nunca, porque ella se lleva un pedacito de mi, pero yo me quedo con un pedacito de ella.
Sólo escucho el silencio de la soledad que me embarga.


http://www.fotolog.com/____primis____

3 comentarios:

  1. Laika fue esa perra que me salvo de un comaetilico por un calcetín, la que siempre que quería pasar pasaba porque te empujaba con su cuerpo, la que dejaba vivir a los demás perros que le ladraban porque era muy cansino comerse un perro sin ganas.

    Laika será eterna en nuestros corazones y perenne en nuestra memoria.

    ResponderEliminar
  2. era única abriendo puertas a cabezazos, llevaba a rajatabla el eslogan: si hay k ir se va xo ir pa na es tonteria ;)...

    ResponderEliminar
  3. Los perros son mas humanos de lo que creemos, y siempre nos dan su amor incondicionalmente

    ResponderEliminar