jueves, 18 de febrero de 2010

Fauna ibérica: la caza...


Hoy me toca hacer una análisis exhaustivo de ese extraño espécimen que se hace llamar: Macho Ibérico. Primero de todo, diferencias culturales: el acercamiento, en mi nuevo domicilio los tios se acercan ofreciéndote una bebida, lo cual implica que tendrás que al menos mantener una cortés conversación. Nuestro querido macho ibérico decide que es ¿más práctico? Sacarse una foto…punto en contra: no hay tiempo para conversación ni manera fácil de obtenerla; punto a favor: puedes pedirle el Tuenti para etiquetarla. Problema: estás pedo, ¿cómo leches piensas recordarlo, campeón?...Lo bueno que tiene que el mundo es un pañuelo de mocos y suele caber una pequeña posibilidad. ¿el problema? ¿Y si no vive en tu ciudad, tarugo?
Luego tenemos ya el acercamiento de las cinco de la mañana en el que nuestro querido espécimen a duras penas se mantiene en pie. Y dice lo que se le viene a la mente, cosa poco provechosa para él. Si una chica se cae ante tus pies, este caballero peninsular no moverá un dedo por ayudarla, pero te dejará claro que en caso de ser tu la cosa sería totalmente diferente…Buena entrada, sí señor…¿Y si la ayudas que la pobre sigue tratando de recuperar la posición vertical? Una falta de solidaridad puede ser crucial en estos momentos de primer contacto…
Y por supuesto no faltaría más, la forma de despedirse es también cuando menos…inútil. La frase básicamente incoherente y desafortunada, de: no me has dirigido la palabra, no te conozco de nada, pero eeeeeeeeeeeeh guardo la gran esperanza de volver a verte…¡Te encontraré! Pero que daño nos hizo sorpresa sorpresa en nuestra infancia….
Más conclusiones, la próxima semana
;)

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