viernes, 4 de septiembre de 2009

Y echar a volar...


Todos morimos un poco mientras esperamos nuestros sueños. Y es que por mucho que digamos lo que nos hace dudar lo que nos hace preguntarnos si estamos haciendo lo adecuado después de todo es ¿qué sucederá mañana?
Y ¿Qué pasaría si de pronto yo decido que no quiero un mañana? La mayoría de vosotros me llamaría loca, por pensar en realizar acciones carentes de consecuencias, porque al fin y al cabo la utilidad de cada acción es el suceso subsiguiente. Pero ¿y si por un momento dejará de tratar de predecir esa consecución de momentos que se llevará a cabo en el mismo instante en que yo decida?¿ Y si escogiese un camino incluso aunque supiera que no iba a llevarme a ningún lugar?
¿Qué sería del ser humano en el mismo instante en que comenzase a hablar solo en presente? El pasado nos persigue y el futuro nos asusta. ¿No somos acaso pájaros en jaulas de cristal? ¿Habrá algún alguien que opte por afilar su pico, romper el cristal y echar a volar?
Me criaron para vivir en cautividad, asustada y domesticada. Siguiendo unos patrones, siempre dentro de unos roles. ¿Y si de pronto extendiera mis alas? ¿y si de pronto me perdiera en el cielo infinito en busca de la nada? Sin saber a dónde volar, ni cuál será el próximo árbol en el detendré mi camino. ¿Por qué he de ser un periquito cuando mi corazón me pide ser un águila?
¿Gavilán o paloma? Al final las canciones siempre van a tener algo de razón…

1 comentario:

  1. Push, la peli, la has visto?
    Tiene una parte que me recuerda lo que has escrito hacer algo sin pensar en a donde te llevara....muy interesante...

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