lunes, 13 de julio de 2009

ReLaCioNeS


Que las relaciones de amor son complicadas lo sabemos todos. Que las relaciones de amistad también espero que también lo tengamos claro. Las complicaciones se multiplican según los contextos. Quizá ahí yo me salve gracias a mi frialdad. Pero compartiendo piso desde los dieciocho descubres dos cosas: a)que no siempre es bueno mezclar la amistad con la convivencia y b)que compartir piso con parejas puede llegar a ser un tanto peligroso.
Quizá mi problema es que separo los tipos de relaciones y mis relaciones de amistad llegan a un punto infinito de tipología y contextos. Quizá porque yo me huelo muchas cosas nunca mezclo trabajo, amistad, convivencia y todos esos sentimientos que al final nos pueden hacer llorar.
Consciente de mi tendencia a la sensibilidad no me parece tan exagerado vivir en mi querida casa del árbol. Gracias a ello me he salvado de muchas quemas y me he dado cuenta con el paso del tiempo que aquellas personas que no son capaces de entenderlo tampoco se merecen el derecho a explicárselo.
Comprendo y cedo mi hombro a las personas que se niegan a hacerlo por a la vez entiendo que son bastante más valientes que yo. Porque podrían ahorrarse muchas lágrimas. Aunque a lo mejor soy yo la que me estoy perdiendo algo. Quien sabe...
Nos vemos

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