A la
vez que corríamos para salvar nuestra vida descubrimos un dato muy interesante.
Cuando corres llorando con la mano en un paño por la calle la gente se aparta.
Cuando llegas al centro de salud, la chica de recepción se levanta, pone cara
de susto y va corriendo a llamar a la enfermera. Mi conclusión: gritar y correr
provoca atención inmediata.
P.D.no
lo uséis en clubs y pubs ingleses porque os hecha el segurata. pero esa es otra
historia.
Cuando
conseguimos entrar en la consulta, intentando comunicarnos precariamente. Las
neuronas estaban muy liadas gritando dolor, como para ocuparse de la traducción
de los pensamientos, fuimos atendidos por una amable señorita enfermera que se acerco a mí
y dijo:
- ¿te
ha obligado alguien a agarrar el asa?
- ¿aparte
de mi falta de sentido común?
-si
-pues
no
-¿y a
ti? - dirigiéndose a Novio
-es
todo culpa suya que no aviso - dedo acusador
- ¿si? pues
la próxima te haces tú la comi comi
-ammmm ¿necesitáis
que os mande a un consejero matrimonial?
- O_o
- sobreviviremos
-¿seguro?
– La señorita enfermera parece dudar entre mandarnos a casa o al psicólogo.
-...
-Si le
preocupa que nos matemos el uno al otro. Llevamos ya un año viviendo juntos y
este es el primer incidente de gravedad.
Mientras
novio habla, la señorita enfermera comienza a vendar mi mano. De pronto…tsum
tsum. Mi instinto, no muy listo, por cierto. Vuelve a hacer de las suyas. Me
arranco las vendas, le doy un pequeño toquecito a la señorita enfermera para poder pasar
y salto sobre Novio para llegar al grifo de agua fría)
-aaaaaaaaaaaa
- grita la señorita enfermera presa del pánico
- Me
cago en … Perdón señorita enfermera. Es que tiene problemas cuando se distrae. –Dice
Novio todo serio.
- ¿Se
distrae? –señorita enfermera parece sorprendida.
-
Dueleeeeeeeeeeeeeee. Si eres tan valiente que te lo haga a ti primero – Cara de
alivio que provoca el agua fría sobre la mano.
El
resto de la consulta transcurre sin más incidencias.
-Ves
como no era para tanto. –dice Novio todo serio.
-
Claro, como yo agarré primero el asa ya había enfriado. – Cara de convencimiento
total y absoluto por mi parte.
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