viernes, 26 de agosto de 2011

ha sido ensin querer...


Hay una cosa bien clara a mi desde pequeña siempre me han enseñado: “Como eres chica y chiquitina tu patada en los huevos” y tras años y años de

Tu patada en los huevos

Tu patada en los huevos

Tu patada en los huevos

Tu patada en los huevos

Tu patada en los huevos

Llego el día en que fui a clase de cardio kickboxing (viene a ser lo que en España llamamos full contact) con novio y claro, a puñetazos no le gana nadie porque a los niños se les dice

Tú que eres grande y fuerte gancho de izquierda (es zurdo)

Tú que eres grande y fuerte gancho de izquierda

Tú que eres grande y fuerte gancho de izquierda

Mis bracitos se quejaban doloridos por la fuerza sobrehumana de novio pero de pronto el TORTURADOR dijo:

Ahora vamos con las patadas

Y mi yo profundo dijo:

Buajajajajajajajaja¡¡¡ te vas a enterar chaval!!!!

Todo acabó con el TORTURADOR dando una clase de anatomía para dummies

Véase los dos delante de mí, uno al lado del otro y el TORTURADOR apuntando al estomago de novio y diciendo ahí sí, estomago bien. Apuntando a las pelotillas, ahí mal, mal, mal.

Tras repetirlo tres veces y comprobar que la siguiente patada fue algo “más alta” que las anteriores se fue descojonado de la vida.

Pero es que después de tantos años, es algo inconsciente, instaurado en el ADN. No peleas contra un oso le das una patada en los huevos y ¡corres! Es supervivencia básica.

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