Al final después de tanto tiempo novio y yo nos hemos tragado la peli de “el padrino” y es que ya no se hace cine como el de antes. Que buen uso de los recursos, con tres balas y una bolsita del kétchup del Mac Donald's te cepillas a todos los mafiosos del barrio. Eso era matar con elegancia y no lo que hacen ahora. Tenían principios, vestían de traje y nos inculcaron a todos un código de honor y familia. Incluso aquellos que no hayáis visto la película podríais reconocer escenas y hasta algunos nombres de los personajes. Ese vestuario elegante y nada de tias en tetas semidesnudas, mujeres de verdad con ataques de histeria y todo. Ese machismo, deja para los hombres los negocios y que las mujeres tengan los niños. Eso si, si alguien la ha visto también se habrá dado cuenta de que hay un asesino gay, que esa caída de mano al disparar apunta maneras…Yo que algunos vigilaba el jabón ;)
La verdad sea todo, la vimos en dos tiempos porque larga, larga, es. Pero como en casi todas las grandes películas me quedé dormida a la mitad. Es mi forma de catar las buenas, como el buen vino, te duerme pero te despiertas nuevo.
El final apoteósico. Y ya esta en lista la segunda parte. Que los ciclados untados de aceite y medio en bolas están bien, pero a la larga cansan. Donde este el encanto del mafioso italiano que se quiten los romanos hiperhormonados.
El consejo de aquí, la superentendida en cine es: dejar de mentir sobre que la habéis visto y verla de verdad. Pero de verdad de la buena ;)
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