A veces
esta vida la mete a una en situaciones...complejas. Lo cierto es que por muy
enfermera que sea y por mucho que viera McGiver en la infancia a una, de vez en
cuando, le toca confiar en el sistema e ir al médico de cabecera. No sin antes
claro santiguarse y ponerle una vela al santo correspondiente, porque... Vaya
tela.
Yo - quería
cita con el medico
SenoritaRecepcionista
- pues no tenemos cita disponible hasta dentro de 15 días. ¿Es urgente?
Yo -
pues...
SenoritaRecepcionista
- puedes venir por urgencias cualquier día a las 9.
Yo -
mmm es que no es tan urgente.
SenoritaRecepcionista
- bueno, a lo mejor te lo puede solucionar la enfermera. ¿Qué es?
Yo - 3
meses sin regla
Yo - va
a ser que no. Para descartar esa posibilidad mi 1/2 neurona todavía me da.
SenoritaRecepcionista
- mmm pues espera. Pepita la enfermera receta anticonceptivos.
¡Qué
guay! Debo de parecer tan cria que ha asumido que quiero la píldora.
Yo - es
que mi intención es más bien la otra.
SenoritaRecepcionista
- ay, perdona (mirada como si me acabaran de diagnosticar un cáncer terminal)
dame un segundo.
Se pone
a llamar por teléfono. A estas alturas la sala de espera entera ya sabe que
tengo problemas reproductivos, pues ¡qué bien!
SenoritaRecepcionista
- la enfermera te vera el lunes a las 12. Y animo que ya verás como todo sale
bien.
Ha sido
pasarme por el centro de salud y ya siento pena de mi misma. Al menos alguien podría
haberme ofrecido chocolate para ahogar mis penas.
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